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Los Rotos (2018)

MUY BUENA. Alberto Ajaka es consciente de la brecha que existe entre el público y los personajes: sabe perfectamente dónde se está metiendo y qué nos está invitando a ver a los espectadores que nos acercamos a conocer la nueva obra del Colectivo Escalada, el grupo que fundó hace una década y con el que siempre vuelve a juntarse para ofrecer obras que hacen honor a su nombre. En las obras de Escalada jamás hay un único protagonista, porque la noción de "colectivo" no alude solamente a las condiciones de producción sino a una forma de pararse frente a sus historias, que finalmente desemboca en un rasgo estético: el devenir de las cosas se construye entre muchos.

Natalia Laube. La Nación.- Ver nota completa

 

Los Rotos es un grotesco fantástico, un cuadro familiar que nos suena a algo de lo que hablamos y creemos conocer, pero que Ajaka trabaja a través de un microscopio, particularizando intensidades, jugando al estereotipo con sorna y crudeza y así nos despabila. Una obra incómoda por el prejuicio, incómoda en su forma, por la manera en que se dispone la escenografía que juega al engaño de estar siempre perdiéndonos algo, casi hasta el morbo. Un recorte de lo exótico, para quienes tenemos la posibilidad de pertenecer a una clase que nos permite acceder al teatro y su trampa de la representación. Una estampa de lo marginal, para que no se los invisibilice del todo.

Mara Teit. Revista Llegás.- Ver nota completa

 

En la excelente Los Rotos , Alberto Ajaka pinta la marginalidad sin sentimentalismos ni bajadas de línea, a fuerza de pura actuación y potencia teatra. Con actuaciones impecables,Los Rotos propone un trabajo potente de los cuerpos y del lenguaje: como en un coro, cada uno de los personajes encarna las voces, los gustos y las condiciones materiales de existencia de los desclasados, las clases populares y las clases medias bajas, evidenciando en todo momento que esa convivencia es una bomba de tiempo. 

Leticia Frenkel. La Agenda Revista.- Ver nota completa  

 

Con dramaturgia y dirección de Alberto Ajaka, es visible el enorme trabajo que hay por detrás. La puesta es precisa, personal, y con una cuidada estética, donde es imposible no mencionar la labor de Rodrigo González Garillo en la escenografía, el vestuario de Betiana Temkin y la iluminación de Adrián Grimozzi, y cuenta además con un excelente trabajo actoral del sólido elenco, son 11 intérpretes que se desdoblan en distintos personajes, y logran una enorme fuerza colectiva. 

Martín Dichiera. Geoteatral.- Ver nota completa

 

Ajaka construye una identidad muy profunda para cada uno de sus personajes y nos revela la cotidianidad de la vida en el Barrio Obrero y en La Villa. Se logra un efecto interesante: surge alguna que otra risa ante situaciones que pertenecen a una realidad que, en el fondo, incomoda, que sabemos que existe pero que nunca enfrentamos. “Dentro de lo que pudimos, hicimos lo que se nos cantó”, firma el programa de la Los rotos. Bravo, lo que se les cantó funcionó y nos encanta.

Alanis Buchanan. Farsa Mag.- Ver nota completa  

 

EXCELENTE. Atravesando múltiples estadios, la pieza avanza sin prisa y con una potencia avasallante, evitando lo predecible, y sorprendiendo al espectador con los diferentes nudos y desenlaces que la dramaturgia propone. De esta manera, Ajaka vuelve a sorprendernos detrás del escenario con una mirada cruda pero cierta, llevando adelante un trabajo de dirección de actores sin fisuras: todos alcanzan un nivel en la composición de sus personajes que resulta imposible destacar a unos por sobre otros: el equipo funciona como un ensamble armónico y potente.

Teatro del bueno: una propuesta con contenido que no pasa desapercibida, alcanzando un nivel de entrega y emoción que hace honor a nuestro teatro.

Manuel Germano. Ociópatas.- Ver nota completa

 

De más está decir que recomendamos fervientemente ir a ver “Los rotos”, la última creación del mágico y audaz Colectivo Escalada, encabezado por Alberto Ajaka. En tiempos de pasteurización constante, es bienvenido el ejercicio de salir del teatro con el deseo de debatir con respecto a lo que se ha visto. Teatro que provoca la reflexión y el intercambio de pareceres así como una mirada atenta a varios aspectos, inclusive las propias construcciones sociales de los espectadores.

Daniel Gaguine. El Caliedoscopio de Lucy.- Ver nota completa

 

The result of this experimentation is truly fascinating. The actors are used to working together and so they can seamlessly finish one scene, change costumes and begin a new one, portraying utterly different character from the ones they inhabited just minutes ago. Spectators won’t be able to help themselves from being touched by the stories of the protagonists, whose turmoil echoes dilemmas facing Argentina today.

At times hilarious, at times heart-breaking. A highly recommended show.

Agustina Pardini. Buenos Aires Times.- Ver nota completa

 

Actuaciones impecables, sólidas que transmitiendo con el cuerpo entero lo que viven y sienten los personajes que representan. Dejan manifiesto que el Colectivo Escalada tiene fuerza colectiva.

La musicalización, la iluminación, el vestuario y la escenografía son excelentes, realmente son para destacar y son fundamentales para que el espectador realmente sienta que está espiando a “Los Rotos” en Punta Esquina.

Otra Escena.- Ver nota completa 

MUY BUENA. Los rotos le muestra al espectador el reflejo de una imagen que muchas veces se ignora. La obra vuelve próximo lo lejano, visibiliza lo invisible y lo hace con todas las herramientas que tiene a su alcance para recordar que esa vida y esas personas existen más allá de la ficción. Y que, al menos mientras dure la función, no se puede mirar para otro lado. 

Candela Gómes Diez. Página 12.- Ver nota completa

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